Jorge, Javier. Jorge, Javier. Jorge, Javier.
¿Por qué es tan difícil? ¿Por qué tienen que ser tan perfectos?
Enserio, no se que hacer. Puede que este enamorada de los dos. Primero fue Javier, pero el no me quería. Y después apareció Jorge, que estuvo ahí en los momentos más duros y que me quiere desde el principio.
Nunca pensaba que iba a pasar pero le voy a decir a Javier que no.
Tengo que pedirle perdón a Jorge, pero hay un problema, no se donde vive. Llamo a su móvil.
- Hola.
Me responde una mujer.
- Hola, está Jorge por ahí.
- No, ahora mismo no esta en casa. Pero si quieres puedes ir a buscarle a la piscina, desde que llegamos aquí, suele ir allí por las tardes. Pero no me quiere decir porqué.
El porque, creo que yo lo sé. Todo empezó un sábado que vino a buscarme y fuimos a la playa a pasar el día. Él me preguntó que por qué había empezado a nadar. Yo le contesté que no lo sabía, que mi padre me había iniciado en la natación, me había enseñado a nadar. Jorge me dijo que le encantaría nadar como yo. Ahí esta la respuesta.
¡María! Se me ha olvidado por completo que he quedado con ella para ir a nadar. La llamo.
- Nena que estoy cerca de tu casa. Paso a recogerte.
Por suerte había dejado lo necesario en mi taquilla por si algún día se me olvidaba algo.
A las 5:00 estoy en su casa.
- Sabes lo he decidido. Quiero a Jorge.
- Me alegro mucho.
- Por cierto ¿que tal con mi hermano?
-Pues no muy bien que digamos. No sabe ni que existo.
Llegamos a la piscina.
¿Por qué es tan difícil? ¿Por qué tienen que ser tan perfectos?
Enserio, no se que hacer. Puede que este enamorada de los dos. Primero fue Javier, pero el no me quería. Y después apareció Jorge, que estuvo ahí en los momentos más duros y que me quiere desde el principio.
Nunca pensaba que iba a pasar pero le voy a decir a Javier que no.
Tengo que pedirle perdón a Jorge, pero hay un problema, no se donde vive. Llamo a su móvil.
- Hola.
Me responde una mujer.
- Hola, está Jorge por ahí.
- No, ahora mismo no esta en casa. Pero si quieres puedes ir a buscarle a la piscina, desde que llegamos aquí, suele ir allí por las tardes. Pero no me quiere decir porqué.
El porque, creo que yo lo sé. Todo empezó un sábado que vino a buscarme y fuimos a la playa a pasar el día. Él me preguntó que por qué había empezado a nadar. Yo le contesté que no lo sabía, que mi padre me había iniciado en la natación, me había enseñado a nadar. Jorge me dijo que le encantaría nadar como yo. Ahí esta la respuesta.
¡María! Se me ha olvidado por completo que he quedado con ella para ir a nadar. La llamo.
- Nena que estoy cerca de tu casa. Paso a recogerte.
Por suerte había dejado lo necesario en mi taquilla por si algún día se me olvidaba algo.
A las 5:00 estoy en su casa.
- Sabes lo he decidido. Quiero a Jorge.
- Me alegro mucho.
- Por cierto ¿que tal con mi hermano?
-Pues no muy bien que digamos. No sabe ni que existo.
Llegamos a la piscina.