El día ha llegado. Hoy tendré que enfrentarme a Sandra. Me levanto y me doy una ducha caliente para relajarme. A las 8:00 Jorge esta en mi puerta; como siempre. Lo noto distinto, tiene la cabeza agachada y no me mira.
- Cariño , ¿estás bien?
- Perfectamente.
Ese perfectamente es rápido y seco.
- Jorge. Te pasa algo y soy tu novia, puedes contármelo.
- ¿Qué me pasa? Pues que lo se, me he dado cuenta.
- ¿Qué dices? No se de lo que estas hablando.
- Que es todo es mentira. Tú no me quiere, estas enamorada de Javier.
Me quedo ahí en el sitio sin saber que decirle. Y si tiene razón y no he podido olvidarle. Tenía que haberlo hecho, haber renunciado al papel.
- ¿Todo esto es porque ayer decidí hacer las pruebas y no me negué?
- Es por todo. He visto como le miras. El día que fuimos a comer, te llamo y lloraste, lloraste por él porque estas enamorada de él.
- Vale es cierto que estaba enamorada de él, pero apareciste tú y me hiciste sentirme única, especial.
- Pero vas a hacer la obra por él.
- Jorge la hago porque me gusta. Lo siento mucho, pero no puedo estar con alguien que no me cree.
Me voy hacia el instituto yo sola, dejándolo allí. En la puerta me encuentro a María.
-¿Y Jorge? ¿Ha pasado algo?
- Maria, no se que hacer. Me ha dicho que sabe que estoy enamorada de Javier y le he dejado porque le he dicho que no puedo estar con una persona que no me cree. He sido demasiado dura con él, porque él debe de estar pasándolo peor.
- Venga Nerea, anímate porque hoy vas a darle una lección a Sandra. Va a saber quién es Nerea y que nadie se mete con ella.
Las dos nos reímos y la abrazo con todas mis fuerzas. Tengo que ayudarla con mi hermano, se lo merece. Las dos entramos en el instituto. Las tres primeras horas estoy que los nervios pueden conmigo y cuando llega la hora todo el instituto va al salón de actos para ver las prueba. La prueba consiste en representar un monólogo.
Sandra es la primera en actuar. Al acabar todo el mundo le aplaude. Ahora me toca a mi. Es mi momento. Respiro fuertemente y empiezo.
Nadie hace caso del agua que va después de la lluvia, cuando vuelve el sol.
Poco importa si sobre esa agua hay lágrimas después de haber llorado, por amor ,por dolor.
El agua se evapora, vuelve al aire, a nuestros pulmones, respirando el viento que sentimos en la cara. Y las lagrimas vuelen a entrar en nosotros, como las cosas que hemos perdido, pero nada se pierde en realidad. Cada segundo que pasa, cada luna que surge no hace mas que decirnos ¡VIVE! Vive y ama lo que tu eres, como tu seas, por lo que seas. Mira en lo alto hacia el cielo, cierra los ojos. Y no te canses nunca de soñar. La vida es muy corta para no ser felices juntos.
Cuando termino, todo el mundo se queda en silencio, no se oye a nadie. Javier está mirándome y tengo que apartarle la mirada. Por fin alguien interrumpe ese incomodo silencio y empieza a aplaudir. Todo el mundo le sigue. Cuando salgo de allí todo el mundo corre a felicitarme. Todos excepto Sandra
No hay comentarios:
Publicar un comentario