No se que hacer. Por qué todo es tan difícil, por qué no puedo ser feliz sin que alguien venga y estropee las cosas. He estado pensando y la única manera de olvidarme es mudarme de país y cambiar de nombre y a veces es lo que quiero. Se aproximan los exámenes de Navidad y últimamente, me ha venido muy bien tener estudiar para no ver a nadie. Se que no puedo seguir así. Hoy es viernes y como no me de prisa llegare tarde al instituto, al exámen de Biología. Salgo corriendo de mi casa, no me ha dado tiempo ni a desayunar. Justo cuando voy a cruzar la calle una moto se abalanza sobre mi,si no fuera porque frena a tiempo, puede que yo no viviera para contarlo.
- Cuidado por dónde vas.
La persona de la moto, se quita el casco y aparece un chico rubio, con unos ojazos azules que pueden hacer que todas las chicas del mundo mueran por el.No puedo evitar quedarme, sin poder decir palabra.
- Lo siento.
- No importa, lo único es que ya no llego al exámen que tenía a primera hora y tendre que ir a la recuperación.
- Sube que te llevo.
No me fio de él.
- Venga, es lo menos que puedo hacer. Por cierto, soy Ismael.
- Yo Nerea.
Me subo en la moto y me agarro muy fuerte a él. Me lleva al instituto y llego hasta pronto.
- Muchas gracias.
- Denada, pero es lo mínimo que podía haber hecho. ¿Nos volveremos a ver?
- Puede ser.
Me doy la vuelta y oigo que me llama.
-¡ Oye ! Me llevo tu pañuelo. Si quieres recuperarlo, pasate esta tarde a las 4:00 por el bar que hay al lado de donde nos hemos visto.
Será. Me acaba de quitar mi pañuelo y quiere una cita conmigo.Entro al instituto y voy a clase. Los nervios me comen por dentro. No se si es por el exámen, cosa que es muy probable, o que ese chico desconocido haya hecho que me ponga así. Pienso en Jorge, lo nuestro acabó, y no fue culpa mía que esto pasara. Esta tarde voy a ir con ese chico y por lo menos me olvido un poco de todo.Termino, rápido el exámen. Era mas fácil de lo que pensaba.En el recreo, me siento en una mesa en la cantina. Javier se aproxima a la mesa, de la mano de Sandra.
¡Javier de la mano de Sandra!
- Nerea, vengo a decirte que esta tarde, no puedo quedar contigo, he vuelto con Sandra y vamos a ir al cine.
Veo que Javier me guiña el ojo. Pero,¿qué estará haciendo?
- No pasa nada. Otra vez será.
- Javier puedes dejarme que hable con Nerea.Sandra me mira de forma desafiante.
- Ni lo sueñes guapa. Javier es mio, es sólo mio ya me lo quitaste una vez y no va a volver a pasar.
Yo me doy la vuelta y paso de ella. Javier me ha guiñado el ojo. No puedo decir nada, hasta que no sepa que se trae entre manos ese muchacho, no vaya a ser que la fastidie.
- Te estoy hablando,¿sabes?
- Pero yo no quiero escucharte. Adios.Las últimas tres horas, pasan volando. A la salida, veo a Javier y a Sandra besándose. Puede ser que se haya dado cuenta de que verdad está enamorado de Sandra. Javier me ve mientras tanto y le dice algo a Sandra. Ella le rodea con los brazos alrededor del cuello y vuelve a besarle. Javier, tiene los ojos abiertos y cuando, alguien esta enamorado de verdad y besa a su persona especial, cierra los ojos. Los cierra y en ese momento no quiere que eso acabe, ese es uno de los mejores momentos del día. Cuando se despiden y Sandra ya no esta a la vista, Javier se acerca a mi. Pasa al lado mio, deja caer un papel al suelo y se aleja. Me agacho a recoger el papel, pero una rafaga de aire hace que salga volando. Cuando el papelito deja de volar, esta justo al lado de unos pies y gracias al aire, se ha abierto. No, él otra vez no. Se agacha a recogerlo y lo lee. Yo corro hacia él,se lo arrebato de las manos y él me mira con ojos queriendo decir, "¿cómo lo nuestro ha acabado así?, me dijiste que no querías a Javier"
- Jorge, no fue culpa mia, ya te dije que no volvieras a sacarme ese tema, porque necesito tiempo. Tiempo, porque en mi cabeza no hay nada claro.
- Nena, nadie te ha hablado de eso. ¿Por qué te piensas que te quiero y que voy detras de ti? Sólo fuiste otra más, otra por la que no siento nada.
En ese momento siento que las lágrimas se acumulan en mis ojos. Pero no voy a dejar que salgan, voy a ser fuerte para demostrarle a Jorge que no voy a sufrir por él. No se como ha sido, pero al momento mi mano esta en la cara de Jorge. Un cosquilleo de dolor recorre desde mi mano hasta el hombro. Jorge me mira, no puede creerse que haya hecho eso, pero el se lo ha buscado.
-No fuí nada, lo sabia. No eres mas queun engreído. Tu si fuiste algo para mi, "fuiste", pero ya no lo eres y que sepas que esto no tenía que acabar mal, pero debe ser que tu si lo querias. Todo ha acabado, no quiero saber nada de tí. Olvídame.
Me voy de allí. Ahora si que no quiero verle la cara. No tengo fuerzas para ir a casa, son las 3:30 alli estara el simpatico de mi hermano mejor amigo de a Jorge. Voy a ir ya para el bar en el que he quedado con Ismael. Voy caminando y rememoro todo lo que me ha pasado este primer trimestre. ¡La nota! Busco en mis bolsillos y ahi esta." Nerea, esta tarde te llamo al móvil, necesito hablar contigo "Cuando llego al bar, me siento en una mesa. A los dos minutos aparece una camarera.
-¿Qué va a tomar?
- Una Coca-Cola.
- Ahora mismo se la traigo.
- Espere un momento, ¿ha llegado ya Ismael?
- A que ha quedado contigo aquí despues de haberte quitado algo.
- Si, ¿cómo lo sabes?
- Porque no eres la primera a la que hace eso. A mi me lo hizo hace unos meses, pensaba que habia visto en mi algo, que había sentido algo parecido a lo que yo había sentido cuando nos miramos por primera vez. Pero fue todo mentira, cuando se cansó de mi, todo acabó.
Me tomo la Coca-cola y me levanto para irme cuando entra Ismael. Yo sigo caminando hacia la puerta y veo en sus ojos lo que ella me ha dicho. Triunfo, de que otra chica caiga rendida a sus brazos. Pero yo no soy otra chica. Cuando estoy muy cerca de donde el se encuentra, viene a darme dos besos, pero yo abro la puerta y me voy. Ismael sale detras mia.
- Nerea, espera.
-¿Qué quieres?
- Pues saber que te pasa, porque has venido y ahora te vas, sin ni siquiera hablarme.
- Ismael, ya han jugado demasiado conmigo para que tu lo hagas tambien.
- Nerea, no se de que estás hablando.
- Pues nada, que creía que eras diferente, pero eres igual que todos los que conozco.
Me doy la vuelta para alejarme de él, pero me coje de la mano.
- No se lo que he hecho. Pero asumo toda la responsabilidad. Por favor, dame otra oportunidad, yo solo quería conocerte.
- Pero prométeme una cosa.
- Lo que quieras.
- No me hagas daño.
- Nunca lo haré.