Dije que este curso iba a ser el mejor curso de mi vida,que iba a aprovecharlo al máximo. Y eso voy a hacer. Hoy haríamos nuestro aniversario de un mes. Recuerdos. Recuerdos que parece que quieren demostrarme algo. Demostrarme que sigo enamorada. Ayer fue la cita de María y Marcos. La llamo.
-María.
-Nerea ¿Estás mejor?
- Si bueno eso no es lo más importante. ¿Qué pasó ayer?
- Pues nada estubimos con las matemáticas y despues me besó.
-¿Te besó?
- Si, me dijo que era para agradecerme lo que había hecho por él.
- Que bonito. Ahora nos vemos.
De camino al instituto, nos cruzamos con mi hermano que se acerca a María y la besa.
- ¿Y esto? Esto es nuevo para mí.
- Pues nada Nerea que estamos saliendo.
- Vale, vale me he perdido. ¿Todo pasóayer?
Mi hermano la mira.
- Nerea, es un secreto.
Luego María se acerca a mí y me susurra.
- Quería darte una sorpresa. Tu hermano es perfecto, esta tarde te lo cuento todo. Una última cosa, ¿Puedo irme ahora con Marcos? Esque me siento mal dejándote sola.
- Por supuesto vete. Yo estaré bien.
Sigo caminando hacia el instiuto. Paso al lado de la esquina y muchas imágenes vienen a mi cabeza, todos los momentos que he vivido con Javier, como amigos. Es algo que echo de menos. Veo a alguien, sentado en el suelo, es él ¿Qué hace ahí?
- Hola Javier. Javier se levanta con una sonrisa.
-¿Qué haces aquí Nerea?
- Lo mismo pregunto yo. Yo voy de camino al instituto, pero tu estas aquí sentado en el suelo.
- Pues nada, que he estado todos los días, aquí sentado, esperandote. Nerea, lo siento, lo estropeé todo. Todo lo que teníamos.
- No es culpa tuya. Es mia. Yo te quería y me viniste un dia hablando de Sandra y todo mi mundo se derrumbó. Pero no debía de haber sido así, yo lo estropeé. Tu solo intentabas ser feliz y me di cuenta cuando conocí a Jorge. Pero eso ya no importa.
- Bueno, pero yo tenía que haberme dado cuenta.
- No, no tenías. Bueno vamos a irnos ya que si no llegamos tarde.
- Ya no llegamos. ¿Te apetece un chocolate caliente? Y así hablamos, que tenemos mucho que contarnos.
Llegamos a una cafetería que esta al lado del instituto y nos sentamos.
-Cuentame, ¿qué tal el curso?
- Pues bueno aparte de un par de cosas bien.
- Y esas cosas son...
Llega el camarero.
-¿ Qué van a tomar?
- Un chocolate caliente.
- Lo mismo por favor.
El camarero se va.
- Pues lo primero lo de Jorge y lo segundo tu querida Sandra. Por cierto,¿qué ha pasado entre vosotros?
- Pues nada que si, al principio bien, pero el día que nos dijeron lo de la obra oí lo que te decía Sandra. En ese momento me di cuenta de que no podia seguir con ella, que eramos tan distintos y que aunque digan que los polos opuestos se atraen, yo no quiero a alguien así. A alguien que les haga daño a las personas que más quiero. Despues te ví ahí arriba, diciéndo esas palabras tan bonitas y lo dijiste con tanta emoción que quería que esas palabras fueran para mi. Quería que alguien me las dijera a mi esas palabras. Quería querer y ser querido, y por eso fui y te dije eso, pero tenías razón. Tu y yo estamos destinados a estar juntos pero no de esa manera, juntos como mejores amigos.
- Sabes que me alegro muchísimo que esto se haya arreglado. Te echaba de menos.
- Yo tambien. Respecto a lo de antes, ¿estas mal por lo de Sandra, porque salí con ella?
- No, bueno si. A ver al principio sí, pero luego vi que eras feliz con ella. Pero no es por eso. Sandra me ha arruinado mis sueños.
-¿ Qué sueños? Si pueden saberse.
- Mi sueño de pasar toda la vida con Jorge y mi sueño de actuar.
- Puedes contármelo.
- Lo de Jorge ya lo sabes, lo beso para fastidiarme. Y lo de actuar, amañó las votaciones, me lo dijo María. Yo debia ser la protagonista, pero no se como lo ha hecho.
- ¿Enserio?
- Y tan enserio.
El camarero llega con dos tazones de chocolate caliente.
- Gracias.
Bebo un gran trago de chocolate que recorre mi boca dejando un sabor dulce.Javier se queda mirándome con una gran sonrisa en la cara.
- Ya se que soy fea, pero ¿que te hace tanta gracia?
- Pues que ahora mismo llevas manchada la nariz de chocolate y estas muy graciosa. Y no eres fea, eres maravillosa.
Javier se acerca a mi y me limpia la cara con una servilleta. Cuando nos vamos, Javier pide la cuenta. Yo insisto en pagar los dos chocolates, pero él no me deja.
- Gracias por todo.
- Gracias a ti Nerea por haberme perdonado.
- No tienes que darme las gracias y menos por eso.
- Vale, gracias por ser como eres.
Miro el reloj y son las 9:15. Me doy la vuelta hacia Javier y lo miro.
- Son las 9:15. Como no nos demos prisa no llegamos tampoco a la hora siguiente.
- No pasa nada,ya hemos faltado a una hora que más da si faltamos a otra más.
- Javier, yo tambien me lo estoy pasando genial pero, te recuerdo que es nuestro último año.
Los dos nos encaminamos hacia la puerta del instituto. Justo en ese momento, el conserje del instituto, sale para cerrar la puerta. Miro a Javier, que me coge la mano y los dos corremos hacia la puerta. Entramos agotados despues de la carrera. Javier se acerca a mi y me abraza.
- Nerea, prometeme, que si te pasa algo, que si te he hecho algo, vas a decirmelo y no vas a guardartelo para tímisma. Porque lo has pasado mal y no puedo soportar verte así.
- Me lo guarde, para que tu fueras feliz.
- Yo soy feliz si tu lo eres.E n ese momento nuestras caras estan muy cerca, puedo notar su respiración en mi cara. Los dos nos miramos el uno al otro. En este momento soy feliz. Todo se ha arregaldo con mi mejor amigo. Pero como siempre, las cosas no pueden ser siempre perfectas. Noto que alguien se aproxima.
- Mira, mira lo que tenemos aquí.
Es Sandra. Ahora va con dos chicas gemelas, igual que en las películas. Dos chica que valen mucho mas que eso, pero que hacen lo que sea para ser populares.Una de ellas le dice a la otra.
- No va, nada más que a lo que va. Primero Jorge, luego Javier, luego Jorge y luego despues otra vez Javier.
Estoy empezando a cabrearme, noto que la cara me quema, aprieto los puños para no lanzarme sobre las tres. Pero Javier me agarra por la cintura.
- Nerea, no lo hagas, no merece la pena. Vámonos.
Pero en ese mismo momento me doy cuenta de que hay otra persona más, en la escalera. Una persona que ha pasado inadvertida, nadie la ha visto hasta este momento. Lo veo, en sus ojos veo tristeza, veo que sus ojos brillan como si algo dentro de él fuera a estallar de un momento a otro. Se da cuenta que le estoy mirando, de que le he visto y se da media vuelta y desaparece por las escaleras. Yo me derrumbo en los brazos de Javier y ya me da igual todo mi alrrededor. Por qué todo no puede ser normal. Por qué las cosas no pueden salirme bien por una vez en la vida. Suena el timbre que marca el final de la primera hora y en menos de un minuto el pasillo se llena de gente, que ignora lo que hace un momento acaba de pasar y que sigue su vida. Yo tengo que hacer lo mismo seguir con la mia, pero ¿cómo?
-María.
-Nerea ¿Estás mejor?
- Si bueno eso no es lo más importante. ¿Qué pasó ayer?
- Pues nada estubimos con las matemáticas y despues me besó.
-¿Te besó?
- Si, me dijo que era para agradecerme lo que había hecho por él.
- Que bonito. Ahora nos vemos.
De camino al instituto, nos cruzamos con mi hermano que se acerca a María y la besa.
- ¿Y esto? Esto es nuevo para mí.
- Pues nada Nerea que estamos saliendo.
- Vale, vale me he perdido. ¿Todo pasóayer?
Mi hermano la mira.
- Nerea, es un secreto.
Luego María se acerca a mí y me susurra.
- Quería darte una sorpresa. Tu hermano es perfecto, esta tarde te lo cuento todo. Una última cosa, ¿Puedo irme ahora con Marcos? Esque me siento mal dejándote sola.
- Por supuesto vete. Yo estaré bien.
Sigo caminando hacia el instiuto. Paso al lado de la esquina y muchas imágenes vienen a mi cabeza, todos los momentos que he vivido con Javier, como amigos. Es algo que echo de menos. Veo a alguien, sentado en el suelo, es él ¿Qué hace ahí?
- Hola Javier. Javier se levanta con una sonrisa.
-¿Qué haces aquí Nerea?
- Lo mismo pregunto yo. Yo voy de camino al instituto, pero tu estas aquí sentado en el suelo.
- Pues nada, que he estado todos los días, aquí sentado, esperandote. Nerea, lo siento, lo estropeé todo. Todo lo que teníamos.
- No es culpa tuya. Es mia. Yo te quería y me viniste un dia hablando de Sandra y todo mi mundo se derrumbó. Pero no debía de haber sido así, yo lo estropeé. Tu solo intentabas ser feliz y me di cuenta cuando conocí a Jorge. Pero eso ya no importa.
- Bueno, pero yo tenía que haberme dado cuenta.
- No, no tenías. Bueno vamos a irnos ya que si no llegamos tarde.
- Ya no llegamos. ¿Te apetece un chocolate caliente? Y así hablamos, que tenemos mucho que contarnos.
Llegamos a una cafetería que esta al lado del instituto y nos sentamos.
-Cuentame, ¿qué tal el curso?
- Pues bueno aparte de un par de cosas bien.
- Y esas cosas son...
Llega el camarero.
-¿ Qué van a tomar?
- Un chocolate caliente.
- Lo mismo por favor.
El camarero se va.
- Pues lo primero lo de Jorge y lo segundo tu querida Sandra. Por cierto,¿qué ha pasado entre vosotros?
- Pues nada que si, al principio bien, pero el día que nos dijeron lo de la obra oí lo que te decía Sandra. En ese momento me di cuenta de que no podia seguir con ella, que eramos tan distintos y que aunque digan que los polos opuestos se atraen, yo no quiero a alguien así. A alguien que les haga daño a las personas que más quiero. Despues te ví ahí arriba, diciéndo esas palabras tan bonitas y lo dijiste con tanta emoción que quería que esas palabras fueran para mi. Quería que alguien me las dijera a mi esas palabras. Quería querer y ser querido, y por eso fui y te dije eso, pero tenías razón. Tu y yo estamos destinados a estar juntos pero no de esa manera, juntos como mejores amigos.
- Sabes que me alegro muchísimo que esto se haya arreglado. Te echaba de menos.
- Yo tambien. Respecto a lo de antes, ¿estas mal por lo de Sandra, porque salí con ella?
- No, bueno si. A ver al principio sí, pero luego vi que eras feliz con ella. Pero no es por eso. Sandra me ha arruinado mis sueños.
-¿ Qué sueños? Si pueden saberse.
- Mi sueño de pasar toda la vida con Jorge y mi sueño de actuar.
- Puedes contármelo.
- Lo de Jorge ya lo sabes, lo beso para fastidiarme. Y lo de actuar, amañó las votaciones, me lo dijo María. Yo debia ser la protagonista, pero no se como lo ha hecho.
- ¿Enserio?
- Y tan enserio.
El camarero llega con dos tazones de chocolate caliente.
- Gracias.
Bebo un gran trago de chocolate que recorre mi boca dejando un sabor dulce.Javier se queda mirándome con una gran sonrisa en la cara.
- Ya se que soy fea, pero ¿que te hace tanta gracia?
- Pues que ahora mismo llevas manchada la nariz de chocolate y estas muy graciosa. Y no eres fea, eres maravillosa.
Javier se acerca a mi y me limpia la cara con una servilleta. Cuando nos vamos, Javier pide la cuenta. Yo insisto en pagar los dos chocolates, pero él no me deja.
- Gracias por todo.
- Gracias a ti Nerea por haberme perdonado.
- No tienes que darme las gracias y menos por eso.
- Vale, gracias por ser como eres.
Miro el reloj y son las 9:15. Me doy la vuelta hacia Javier y lo miro.
- Son las 9:15. Como no nos demos prisa no llegamos tampoco a la hora siguiente.
- No pasa nada,ya hemos faltado a una hora que más da si faltamos a otra más.
- Javier, yo tambien me lo estoy pasando genial pero, te recuerdo que es nuestro último año.
Los dos nos encaminamos hacia la puerta del instituto. Justo en ese momento, el conserje del instituto, sale para cerrar la puerta. Miro a Javier, que me coge la mano y los dos corremos hacia la puerta. Entramos agotados despues de la carrera. Javier se acerca a mi y me abraza.
- Nerea, prometeme, que si te pasa algo, que si te he hecho algo, vas a decirmelo y no vas a guardartelo para tímisma. Porque lo has pasado mal y no puedo soportar verte así.
- Me lo guarde, para que tu fueras feliz.
- Yo soy feliz si tu lo eres.E n ese momento nuestras caras estan muy cerca, puedo notar su respiración en mi cara. Los dos nos miramos el uno al otro. En este momento soy feliz. Todo se ha arregaldo con mi mejor amigo. Pero como siempre, las cosas no pueden ser siempre perfectas. Noto que alguien se aproxima.
- Mira, mira lo que tenemos aquí.
Es Sandra. Ahora va con dos chicas gemelas, igual que en las películas. Dos chica que valen mucho mas que eso, pero que hacen lo que sea para ser populares.Una de ellas le dice a la otra.
- No va, nada más que a lo que va. Primero Jorge, luego Javier, luego Jorge y luego despues otra vez Javier.
Estoy empezando a cabrearme, noto que la cara me quema, aprieto los puños para no lanzarme sobre las tres. Pero Javier me agarra por la cintura.
- Nerea, no lo hagas, no merece la pena. Vámonos.
Pero en ese mismo momento me doy cuenta de que hay otra persona más, en la escalera. Una persona que ha pasado inadvertida, nadie la ha visto hasta este momento. Lo veo, en sus ojos veo tristeza, veo que sus ojos brillan como si algo dentro de él fuera a estallar de un momento a otro. Se da cuenta que le estoy mirando, de que le he visto y se da media vuelta y desaparece por las escaleras. Yo me derrumbo en los brazos de Javier y ya me da igual todo mi alrrededor. Por qué todo no puede ser normal. Por qué las cosas no pueden salirme bien por una vez en la vida. Suena el timbre que marca el final de la primera hora y en menos de un minuto el pasillo se llena de gente, que ignora lo que hace un momento acaba de pasar y que sigue su vida. Yo tengo que hacer lo mismo seguir con la mia, pero ¿cómo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario